¿Recuerdas que hace unos años comenzamos a trabajar en la nube, se desarrollaba una estrategia para los móviles y analizar los datos representaba la vanguardia de la tecnología empresarial? A pesar de que muchas empresas todavía no han realizado estas transformaciones, ya hay aquí una nueva ola de tecnologías (inteligencia artificial, Internet de las cosas y realidad aumentada, por nombrar algunas) que ya están dando forma al presente y al futuro de los negocios.
Dada la velocidad del cambio tecnológico, tratar de mantener el ritmo simplemente reaccionando a lo que va apareciendo es inútil. Sin embargo, la mayoría de las empresas no abordan la innovación de manera estratégica y no piensan en cómo la tecnología afectará su futuro a medio o largo plazo.
En la encuesta anual de PwC Digital IQ , encontramos que solo el 33% de las empresas tenían un equipo dedicado a trabajar y diseñar la tecnología emergente. Los datos sugieren que las empresas están externalizando la innovación, casi el 60% de los encuestados dijeron que interactúan activamente con fuentes externas para recopilar nuevas ideas para aplicar tecnologías.
Las empresas que no están a la vanguardia en la innovación hoy en día corren el riesgo de depender de quedarse fuera del mercado, en un momento en que la tecnología puede ser el mayor diferenciador para el éxito.
En general, se otorga una mayor prioridad al crecimiento de los ingresos y al aumento de la rentabilidad que a la creación de mejores experiencias para clientes, proveedores y empleados.
Por el contrario, para aquellas empresas que priorizan fomentar la creatividad interna, son las que mas crecen y de manera mas rápida. De hecho, los mejores resultados financieros según la encuesta Digital IQ, en un 75% de esos mejores resultados son por qué sus procesos de innovación incluyen la identificación y comercialización de productos diferenciados. Lo que se conoce en estrategia como "océano azul".
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