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Incertidumbre empresarial ante el COVID-19

Estamos entrando en un terreno desconocido para muchos directivos. Ante una crisis global, como esta, las empresas deben proteger a sus trabajadores y buscar no empeorar mucho sus resultados.



La clave para manejar cualquier crisis es la preparación. Como líder debes tomar decisiones para garantizar que tu organización esté en la mejor forma posible para resistir lo que está aún por venir.


La improvisación nunca es buena.


La primera prioridad es establecer exactamente dónde está el personal. Revisar los próximos planes de viaje, reuniones, formación etc. Deberán adaptarse, reprogramarse o cancelarse.


Hay que establecer políticas claras para abordar la ausencia por enfermedad o el cuidado de familiares. También debe planificar políticas en caso del cierre prolongado de los colegios: ¿cuál será la política para los padres que trabajan?


Hay muchas preguntas que hoy mismo se deben contestar: ¿Quiénes son los equipos y las personas de quienes dependen los procesos o servicios críticos? ¿Hay trabajadores con las habilidades adecuadas que podrían asumir esos roles críticos si fuera necesario? ¿Se pueden tomar medidas para reducir el nivel de interacción humana, como los turnos escalonados o el tele-trabajo?


Aunque estamos viendo a las empresas trabajar duro para mantener informada a los colaboradores, la desinformación y la confusión se han extendido junto con el virus.


Los empleados (y otras partes interesadas más amplias) buscan que se les informe sobre si están protegidos y de si el negocio está preparado. El liderazgo debe ser visto como una fuente de verdad por dura que esta sea.


Desde Yolk, recomendamos utilizar las herramientas de análisis de escenarios ¿Cuáles son los mejores y peores escenarios? ¿Cuál podría ser el impacto a largo, medio y corto plazo?


Deseamos lo mejor para todos.

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